Claire es una madre soltera de veinte-tantos que a regañadientes ayuda a su mejor amiga a vender juguetes sexuales mientras intenta ganar suficiente dinero como para comenzar su propio negocio y darle a su hijo pequeño de gran boca, pero extremadamente adorable (cuando está durmiendo) una mejor vida.
Cuando Carter, el rollo de una noche de su pasado que cambió su vida para siempre, aparece en el bar de su ciudad natal sin ningún recuerdo sobre ella además de su único aroma a chocolate, Claire se asegurará de que él la recuerde esta vez.
Con la evidente sorpresa de Carter al de pronto descubrir que tiene un hijo de cuatro años y el pánico de Claire de que las estrías y su escasa y casi nula experiencia en el dormitorio hagan que el hombre de sus sueños corra a las montañas, la pareja hará lo que sea para conseguir su felices para siempre.
"Me hacía reír. No muchas chicas me hacían reír. Nunca entendían mis bromas o estaban demasiado tensas para mi sentido del humor. Pero ella me entendía."
Claire pocas veces acude a fiestas. Claire es una chica que no sale a citas. Claire tiene veinte años y su único propósito es mantener la beca completa que le fue otorgada para estudiar la universidad, con eso resuelto no tiene nada más de qué preocuparse. Tiene dos cosas claras, la primera es que quiere terminar una carrera y la segunda es que por ningún motivo, nunca, JAMÁS, tendrá hijos.
Ah, y Claire, aún es virgen. Es por eso que su mejor amiga y no tan buena consejera Liz la invita -obliga- a acudir a una fiesta de la fraternidad. Es un viernes tranquilo, si por tranquilo decimos que todo mundo está ebrio y que se ve encerrada en un lugar en el que no quiere estar. En fin, en esa fiesta conoce a un chico, un atractivo y apuesto hombre que comparte su película favorita y además la cita en conversaciones completamente coloquiales, tiene los ojos más hermosos y azules que alguna vez haya visto y ¿necesitas algo más?
Pero entregar tu virginidad a un tipo que ni siquiera sabe cómo te llamas, y tú no tienes idea de su nombre tampoco difícilmente es una buena idea. Sobre todo cuando de eso sale algo permanente y nunca lo vuelves a ver. Y así es como empieza la historia de Claire; una mujer joven embrazada de un desconocido con bonitos ojos azules, los mismos ojos con los que nace su hijo nueve meses después.
"Me negaba a admitir que me dolía un poco no haber provocado un impacto en él cinco años atrás. Especialmente cuando yo tenía que vivir con un recuerdo suyo todos los días"
Las relaciones en las que ha estado Carter se han mantenido en la sombra de aquella noche,en la cual junto con su amigo, Drew, se coló en una fiesta universitaria y conoció a la chica con olor a chocolate. Y después de aparentemente tomar su virginidad no supo nada de ella. Estuvo buscándola por días, pensando en ella durante años, deteniéndose en perfumerías buscando la esencia de aquella joven. No supo nada de ella, no hasta cinco años después, en un bar.
Claire tiene muchas responsabilidades. Ademas de trabajar en un bar, y ayudar a su mejor amiga con su nuevo negocio de juguetes sexuales, se hace responsable de su pequeños hijo de cuatro años, su niño con boca demasiado sucia para su edad. Hace mucho que se dio por vencida en la búsqueda del donador de esperma, por eso cuando sus intensos ojos azules la atraviesan desde el otro lado de la barra no lo puede creer, mucho menos cuando se da cuenta que él no recuerda absolutamente nada sobre la cara de la chica, tan sólo que tenía un maravilloso olor a chocolate y que su película favorita es Heathers.
¿Qué tan lejos estará dispuesto a llegar Carter para recuperar a la chica que durante tanto tiempo ha estado buscando? De repente, nuestro protagonista se ve envuelto en los pequeños brazos de su hijo, Gavin. En sus travesuras y su boca suelta. ¡Y es que el chico lanza más maldiciones que sus padres juntos! Pero sobre todo, envuelto en una vida de amor con ella.
"Verla pasar de horrorizada a avergonzada a nerviosa era fascinante. Era como un hermoso choque de trenes y no podía dejar de mirarla."
¡ASOMBROSO! El libro me parecido completa y absolutamente divertido. Nadie, y quiero decir NADIE me ha hecho reír tanto como esta autora. ¿Estas deprimido (a)? Bien. Tienes a Tara Sivec para que resuelva tu pequeño problema. Está narrado desde el punto de vista de ambos protagonistas.
Es la mezcla perfecta entre amor, diversión, pasión, seducción, chocolate y magnetismo que se busca muchas veces para cambiar de lo que por lo general leemos. Te atrapa desde la primera oración y, desde ya se te pasa volando la lectura.
Me ha fascinado la manera en que interactuan los personajes entre ellos y, más que nada, con las circunstancias. No se vuelven las cosas demasiado dramáticas y espesas en la historia porque siempre hay un toque de humor grandioso. Vemos figuras bien caracterizadas y completamente diferentes.
Mi personaje favorito ha sido el pequeño Gavin, hijo de Claire y Carter. Ya ustedes verán porqué.
Y presumiré que, al fin he encontrado un libro con un sentido del humor tan retorcido como el mio. Eso es genial...
¿Ya lo leyeron? ¿Piensan leerlo?